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[Actualización 05] Reseñas. Crisis de identidad
:: Lo que estuve leyendo: Crisis de identidad
Indentidy crisis, 2004. Brad Meltzer, rags Morales y Michael Bair

A decir verdad, la historia me atrapó. Los megacrossover suelen parecerme algo bastante aburrido, con un asqueroso olor a capitalismo y un trabajadísimo mal gusto, como la saga Crisis on infinite earths que, para ser bastante franco, nunca terminé de comprender pese al impactante trabajo de Geoge Pérez.
Por eso, había tomado la honorable determinación de no leer más megacrossovers, pero la idea de una serie de asesinatos dentro de la comunidad superheroica resultó algo realmente seductor.
El argumento es atractivo como puede serlo un folletín o un cuento de Sherlock Holmes: alguien comienza a atacar el talón de Aquiles de los superhéroes, sus familiares. Así, la saga se inicia con el asesinato de la esposa de Elastic Man –previa larga secuencia para generar empatía destila cursilería–. De este modo, comienza la persecución, el descarte de villanos, el desenterrar viejos secretos –violación incluida, toda una innovación morbosa para una megasaga dedicada a todo tipo de público– y se suceden los ataques, frente a los cuales los superhéroes se sienten absolutamente impotentes en una paradoja bastante interesante: puede purificar la sociedad y hasta salvar al mundo, pero están a merced de quien conozca sus identidades secretas.
Brad Meltzer termina cada capítulo con una falsa pista al mejor estilo policial de enigma; lo malo es que al tercer o cuarto número de los siete que componen la saga, uno le toma el tiempo y se da cuenta de que lo que se insinúa no necesariamente será la verdad.
Claro que la trama tiene ciertos nudos que podrían ser mejor resueltos: la autopsia interminable de la esposa de Elastic Man, la inverosimilitud del descubrimiento final de los forenses, lo ridículo de la motivación. Pero pese a todo, la trama resulta agradable. Es seguro que esta saga no va a pasar a la historia del cómic, pero es entretenida y, últimamente hasta eso se le hace cuesta arriba a las producciones mainstream norteamericanas.