[Actualización 06]SLC. Reportaje
:: Lo que estuve pensando: Una entrevista
Entrevista realizada a propósito de la publicación del libro Guía narniana

¿Por qué decidiste escribir un libro basado en las Crónicas de Narnia?
Siempre me gustaron las Crónicas. Hay muchos libros que me resultan interesantes pero que al resto de las personas le parecen aburridos o poco emocionantes. Pero con las Crónicas pasa algo distinto, porque son novelas que les gustan a casi todos. Durante algunos años, leí un capítulo del León, la bruja y el ropero por semana a mis alumnos de séptimo año… ¡siempre se fascinaban con la historia! Les encantaba seguir a los personajes y recordaban perfectamente lo que habíamos leído la semana anterior, porque Lewis es uno de esos autores que tienen la capacidad de trasmitir emociones de una manera simple pero muy efectiva. Muchos de mis alumnos conocieron y leyeron el resto de las Crónicas mucho tiempo antes de que se filmase la película y alguno hasta me ha escrito agradeciéndome por haberlo iniciado en la lectura de Lewis.

Cuando se estrenó la primera película basada en los libros de Lewis, hubo muchas más personas que comenzaron a interesarse por Narnia, así que me pareció oportuno escribir una serie de artículos para JvnWeb. Fueron siete comentarios que se publicaron durante los primeros meses del 2006.

La cosa hubiese quedado ahí, pero como si fuese un relato maravilloso, llegó el hada madrina. En este cuento se llama Patricia Vergara y es la editora de Verbo Vivo, una persona verdaderamente cálida y dedicada a su trabajo. Un día se puso en contacto conmigo diciéndome que había leído los artículos y que le parecía que podían dar para un libro. «Bueno», le dije yo, «si a usted le parece…». Y a ella le pareció, así que comencé a reescribir los comentarios pero dándoles forma de libro. Si no hubiese sido por su confianza, consagración, insistencia y paciencia –soy lentísimo para escribir– el libro nunca hubiese salido. Por eso, yo digo que todo el mérito le pertenece a ella y todos los defectos, a mí. ¡Patricia trabajó más que yo para que la Guía saliese a la luz!

¿Cuál fue tu inspiración para escribir la Guía narniana para viajeros involuntarios?
Mi inspiración fue la vida de C. S. Lewis, algo que espero quede bien claro a quienes lean el libro. Soy un admirador de su obra; no un fanático, porque debo reconocer que no todo lo que escribió me gusta, pero su vida ha sido como un faro que me ha guiado durante mucho tiempo y que todavía hoy me sigue iluminando. Lewis fue un cristiano con todas las letras, pero eso no impidió que se desarrollase artísticamente ni que se interesase por la cultura… ¡era profesor de literatura en la universidad de Magdalen!

Hay muchas personas que creen que no importa quién haya sido el autor de un libro, lo importante es lo que la obra transmite. Yo creo que es exactamente al revés: lo importante es la persona, porque lo que la persona es se refleja en lo que hace. Un escritor de verdad no puede ser una cosa como persona y otra cuando escribe. Por eso, intenté rastrear los elementos de la vida de Lewis que había quedado impresos en las Crónicas y traté de vincular cada libro con un momento o una cualidad del viejo Jack.

La Guía es una invitación para conocer a una persona que vivía lo que creía, C. S. Lewis. Las Crónicas de Narnia son sólo una excusa para poder acercarnos a él.
Al redactar la Guía, pensé: ¿cómo sería el libro sobre las crónicas que me hubiese gustado leer cuando tenía quince o dieciséis años? Y eso fue lo que intenté escribir.

¿Para qué edad crees que esta hecho el libro?
Bueno, yo lo escribí para personas de, digamos, entre doce a dieseis años. Sin embargo, me he comunicado con mucha gente un poco mayor que también ha leído el libro. Personalmente, creo que el libro fue escrito con dedicación, buena información y la mejor de las voluntades, por lo que a pesar de su lenguaje joven espero sea aprovechado por cualquier persona.

Una de las cosas que nos propusimos con la Patricia fue que el libro pudiese ser leído por los padres a los hijos, o compartido entre las distintas generaciones. Que fuese un libro que una persona joven leyese y que una persona mayor pudiese regalar a un joven. Si se cumplió el objetivo, eso lo dirán ustedes.

¿Tienes algún libro favorito de las siete novelas que componen las Crónicas de Narnia?
Sí, sí, sí, tengo un favorito o mejor dicho, dos. El primero es El sobrino del mago. Me gusta por varias razones. En primer lugar, en esta novela te explican muchísimas cosas sobre Narnia: como llegó la Bruja Blanca, de dónde salió el farol, cómo surgió la dinastía narniana. Si eres seguidor de la serie, es un libro muy especial, porque te sacas unas cuantas dudas. En segundo lugar, me gusta el despliegue de imaginación que tiene la historia… ¡cómo me hubiese gustado inventar el Bosque entre los Mundos! Es una creación irrepetible. A eso habría que sumarle que es la única vez que personajes narnianos cruzan hasta nuestra realidad. El episodio de la bruja en Londres y la explicación sobre cómo llegó el farol hasta Narnia son deliciosos. En tercer lugar, las descripciones de la creación de Narnia son poéticamente únicas. No es sencillo describir comos se crea un mundo, porque nadie nunca lo vio y cada persona lo imagina de manera diferente. Pero Lewis escribía terriblemente bien, así que logró trasmitirte ese momento como si estuvieras ahí. ¡Eso es muy difícil de lograr sólo con palabras! En cuarto lugar, es el libro que más claramente se vincula con la vida de Lewis: Diggory tiene a su madre enferma a punto de morir, algo que también le pasó a Lewis cuando era pequeño. Fue un hecho que lo marcó tan profundamente que años después lo incluiría en El sobrino del mago, pero lo resolvería de otra manera: en la realidad, la madre de Lewis murió, pero en la historia, Aslan la salva. ¡Es de una gran ternura!

El otro libro que me gusta de la serie es El viaje del Aurora. Tiene muchos elementos interesantes, varios símbolos que no son fáciles de comprender. Pero lo que más me conmovió fue la historia de Eustaquio. ¡Yo viví lo mismo! Me siento muy identificado con el personaje y con lo que Aslan hace por él. Además, siento que Lewis fue muy honesto, porque no te dice: «Cambia, acepta lo que te dice Aslan que estará todo perfecto». No, no, no. Lewis te dice la verdad: «Te va a costar, va a doler y no vas a ser distinto de la noche a la mañana. Pero vas a hacer clic y toda tu vida va a cambiar si te animas a dar el salto». ¡Yo sé que es así! ¡A mí me sucedió exactamente lo que Lewis cuenta! Y, lo que es mejor, creo que eso le puede pasar a cualquier persona.

¿Qué fue lo primero que escribiste? ¿Qué diferencias notas entre esos primeros escritos y la Guía narniana para viajeros involuntarios?
¡Fue hace muchísimo! Recuerdo que a los once años, leí una novela que se llama Azabache y fue escrito por Anna Sewell. Es la historia de un caballo al que le pasa de todo. El pobre animal sufre como un condenado y vos sufrís con él… ¡por momentos deseas que lo maten para que deje de sufrir! Es un libro muy cruel.

Me había entusiasmado tanto con ese libro, que comencé a escribir mi propia historia… ¡sobre un burro que sufría como un perro! Así que al comienzo tuve una mezcolanza terrible de animales sufrientes en la cabeza. Después, a eso de los quince años, comencé a redactar guiones para historietas que yo mismo dibujaba. Ahí descubrí que me gustaba contar las cosas que me pasaban pero transformándolas un poco para hacerlas más atractivas. Algunos de los argumentos de esas historias me sirvieron como base para mis cuentos.

Comencé a escribir narrativa, cuentos y novelas, antes de cumplir los veinte años. Ya por entonces sentí deseos de trabajar lo más profesionalmente que pudiese. La primera novela era una historia de una chica que debía vengar la muerte de sus padres en manos de una banda de piratas. No era una historia trágica –después de hacer sufrir a un pobre burro a lo largo de no sé cuantas páginas, no te quedan ganas de contar una historia en serio– sino que tenía un claro perfil humorístico. La novela es muy mala, pero me divertí muchísimo escribiéndola… ¡hubo momentos en los que tenía que detenerme porque no podía parar de reírme! Igual, al resto del mundo no pareció resultarle tan divertida y hasta el día de hoy la tengo archivada. Es mi firme deseo que no la lea nadie.

Después de esta primera experiencia, comencé con algunas historias de ciencia ficción hasta que encontré mi propia voz –un estilo que yo creo se diferencia del de otros escritores– cuando redacté una serie de historias ciberpunks. Por fin, me lancé al género en el que me siento más cómodo, algo similar al realismo mágico y comencé la redacción de una especie de trilogía involuntaria sobre una serie de personajes que deben enfrentarse a diversos hechos sobrenaturales.

¿Que diferencias notas entre tus anteriores escritos y la Guía narnianas para viajeros involuntarios?
Bueno, hay muchas diferencias. La Guía la escribí pensando en un público específico, personas más o menos jóvenes. Cuando redacté mis otros relatos, muchos de los cuales aún no están publicados, no pensaba a qué público iban destinados, sólo los escribí. También había escrito varios artículos de crítica literaria, pero redactar la Guía no tenía nada que ver con esto.
Así que pensé: ¿Cómo sería el libro sobre las crónicas que me hubiese gustado leer cuando tenía quince o dieciséis años? Y eso fue lo que escribí.

¿Estas escribiendo algún libro?
Sí, claro… ¡Siempre estoy escribiendo! Voy de un lado a otro con mi pluma fuente y un cuaderno de tapa dura –eso lo aprendí de Mujica Lainez. Él decía que había que escribir en cuadernos de tapa dura porque era como tener un escritorio listo en cualquier lugar… ¡es un muy buen consejo!–.

En este momento, estoy terminando una novela… bueno, siempre digo que la estoy terminado pero la verdad es que ya llevo dos años escribiéndola y tal vez me lleve un par más.

Además, estuvimos conversando con Patricia sobre la posibilidad de editar otro libro para jóvenes a mediados del año próximo. Veremos si contamos con el tiempo para poder concretar esta idea. Se trataría sobre la relación que tenemos con las nuevas tecnologías, así que supongo que será el libro ideal para el que esté leyendo este reportaje en Internet, ¿no?

Si tuvieses la oportunidad de hablar con Lewis ¿que le preguntarías?
Es una buena pregunta, pero realmente no soy muy bueno con esas cosas y soy algo torpe con las personas que admiro. Creo que si me encontrara con Lewis, ¡le pediría que me autografíe alguno de sus libros!

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